lunes, 10 de enero de 2011

Vía Crucis: 6ª estación


Verónica limpia el rostro de Jesús
Sexta cruz: Recibir sin retribuir

Me quitaron todo y todos me abandonaron.
En el camino a la muerte me quedé sólo y sin nada. Entonces llega Verónica y me ofrece un sudario.
¿Sabes cómo me sentí?
Estaba emocionado y agradecido pero no tuve con qué retribuir. Tenía solamente mi dolor y mi sufrimiento.
Esto le di: mi rostro sangrante impreso en el sudario.

Permitir que las personas te hagan un favor, sin que por esto puedas devolvérselo, esto es la cruz.

Ten valor y haz lo que yo hice. Permite a las personas ser serviciales a pesar de que no tengas con que corresponderles. Permite quedarles debiendo. No puedes pagar de otra manera que dándote a ti mismo como pago. Aprende a aceptar los regalos sin retribución, sin comerciar.
Esto es la puerta hacia mí.
Acepta la sensación desagradable de no tener con qué retribuir. Con esto te acercas a mí.
Mi Padre da sin pretender pago. Él es como un manantial que, sin paga da agua clara y pura sin que se agote. Cuando eres así eres hijo de mi Padre.
¿Qué es tu sexta cruz?
Esto: que a Dios no puedes retribuirle su amor de otra manera que siendo como hijo que goza de la bondad de su Padre y Madre.


(*) (P. Tomislav Ivancic)

2 comentarios:

Angelo dijo...

Esta es una belleza de reflexión. Gracias por compartir este gran via-crucis. Un abrazo

jmp dijo...

este Via-Crucis tiene ese no se qué, que se convierte en medicina para el alma... Un abrazo y Gracias...