martes, 15 de mayo de 2012

El Costo de Entregarse a Cristo



Uno de los métodos más rápidos para perder amigos es entregarse por completo a Dios.

Una vez que uno toma en serio los asuntos espirituales - abandonando todos sus ídolos, apartando los ojos de las cosas de este mundo, volviéndose a Cristo con todo el corazón y teniendo hambre de Él - , de repente se convierte en un "fanático religioso".
Pronto experimentará el peor rechazo de su vida.

¿Por qué ese cambio?
Cuando usted era un cristiano tibio no le causaba molestias a nadie, ni siquiera al diablo. No era ni muy pecador ni muy santo. Era simplemente uno de tantos creyentes mediocres, y su vida era tranquila y sin dificultades. Las personas lo aceptaban.

Pero después usted cambió.
Le dio hambre de Cristo, y ya no pudo seguir tomando a la ligera las cosas de Dios. ... entró en una nueva dimensión de discernimiento y comenzó a ver en la iglesia cosas que nunca antes le habían molestado. Empezó a oír en el púlpito cosas que le partieron el corazón... en resumen, se le abrieron los ojos, se volvió quebrantado y contrito de espíritu, y Dios le dio carga por su iglesia.


¿Resultado?
Ahora sus amigos y sus parientes piensan que está loco...
Si ha experimentado eso, no se desaliente: 

está en buena compañía.

(Tomado del libro "Tenemos hambre de Cristo" de David Wilkerson)