miércoles, 26 de mayo de 2010

Guía mis pasos, Señor...


Condúceme, clara luz,
a través de las tinieblas que me rodean,
llévame cada vez más adelante.
La noche está oscura
y estoy lejos de casa,
condúceme Tú cada vez más adelante.

Guía mis pasos: no te pido
que me hagas ver desde ahora
lo que me reservas para más adelante.
Un solo paso es bastante para mí,
por el momento.
No siempre he sido así;
ni tampoco he rezado siempre
para que Tú me condujeras.
Me gustaba elegir mi propio camino;
pero ahora te pido que guíes Tú
siempre más adelante.
Ansiaba días de gloria y el orgullo dirigía mis pasos;
¡oh!, no te acuerdes de esos años ya pasados.

Tu poder me ha bendecido largamente;
y sin duda ahora también
sabrá conducirme por la estepa y los pantanos,
por el pedregal y los abruptos torrentes
hasta que la noche haya pasado
y sonría el amanecer.
Por la mañana, aquellos rostros de ángeles
que había amado por largo tiempo
y que durante una época perdí de vista,
volverán a sonreírme.

Guíame, clara luz,
llévame cada vez más adelante.
Amén
(John Henry Newman)

www.autorescatolicos.org

domingo, 9 de mayo de 2010

No estás solo...


900 No estás solo. —Lleva con alegría la tribulación.
—No sientes en tu mano, pobre niño, la mano de tu Madre: es verdad.
—Pero... ¿has visto a las madres de la tierra, con los brazos extendidos, seguir a sus pequeños, cuando se aventuran, temblorosos, a dar sin ayuda de nadie los primeros pasos?
—No estás solo: María está junto a ti.

http://www.escrivaobras.org/book/camino-indice.htm