“Padre me pongo en tus manos,
haz de mí lo que quieras,
sea lo que sea te doy gracias.
Estoy dispuesto a todo.
Lo acepto todo con tal que Tu voluntad se cumpla en mí
y en todas tus criaturas.
No deseo nada más Padre.
Te confío mi alma.
Te la doy con todo el amor del que soy capaz,
porque te amo y necesito darme,
ponerme en tus manos sin medida,
con una infinita confianza,
porque Tú eres mi Padre.”
(Carlos de Foucault)
2 comentarios:
Qué suerte tenemos los que sabemos abandonarnos en el Señor, qué felicidad tan grande. Tenemos que llevársela a todo el mundo. A todos los que constántemente se preguntan: ¿por qué me pasa esto a mí?¿por qué yo?_y no saben que la única forma de ser feliz en esta vida es abandonarse en El y aceptar con alegría todo lo que nos ocurre confiando y sabiendo que es lo mejor para nosotros.
Es que hoy hablaba con una amiga mía que no tiene fe... y cuánta tristeza y vacio sufren nuestros hermanos. Tenemos que llevar este mensaje a todos los corazones, porque una vez que te has abandonado, empieza la verdadera FELICIDAD con mayúsculas.
Un abrazo cielo. Gracias.
He encontrado varias versiones de esta oración, (evidentem.) todas vienen a decir lo mismo pero con distintas palabras... y esa es la idea, ese es el camino propuesto... ponernos en sus manos y aceptar... a mi me llegaron muy hondo las palabras de un Obispo, que en una Vigília de Adoración y con un tono pausado reflexionaba ante el Santísimo sobre este tema y pedía que aprendiéramos a cambiar los ¿por_qué? y entendiéramos los ¿para_qué?...
Tanta labor por hacer... en tantos campos distintos...
Un abrazo Guerrera.
Siempre Gracias.
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